Las autoridades de la región española de Cataluña pidieron el viernes a cerca de 4 millones de sus habitantes, incluidos los de la capital, Barcelona, que actúen con responsabilidad y se queden en casa para tratar de poner coto al ascenso de contagios de COVID-19.

Este llamamiento a más de la mitad de la ciudadanía catalana no supone una orden obligatoria de confinamiento, pero es la medida más contundente que ha adoptado una comunidad en España desde que se levantó el estado de alarma en todo el territorio nacional el mes pasado.

Se han prohibido las reuniones de más de 10 personas y se ha instado a los residentes de Barcelona y sus alrededores y a los de las comarcas de Segrià y Noguera, en la provincia de Lleida, a que compren por Internet y salgan sólo de casa para realizar actividades esenciales como ir al trabajo o al médico.

 

“Se recomienda que la salida del domicilio se haga para aquellas cosas que sean imprescindibles”, dijo en una rueda de prensa la responsable de Sanidad del gobierno regional, Alba Vergés. “Lo importante es dejar de socializar y no tener que prohibir absolutamente todo. Que la gente tenga en la cabeza de qué manera puede hacer todas las actividades. Ninguno quiere hacer confinamientos totales en casa, aunque sea la forma más segura de mantener el virus a raya”.

Los eventos culturales y deportivos también sufrirán restricciones, aunque los museos permanecerán abiertos en Barcelona, una de las ciudades más visitadas de Europa.

Los bares y restaurantes podrán seguir funcionando, pero con el aforo limitado al 50% en el interior y con las mesas dispuestas a una distancia de al menos dos metros en las terrazas.

La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, y los residentes en la ciudad condal cuestionaron que la gente vaya a seguir las recomendaciones no vinculantes del gobierno catalán, después de días de disputas legales y políticas sobre si las autoridades regionales tienen competencias para imponer prohibiciones.

“Creo que las medidas son acertadas, ahora falta que la gente colabore … Si la gente no las acata van a tener que tomar medidas más duras”, dijo en Barcelona Nadine González, de 33 años.

El viernes, España registró otro fuerte salto diario en infecciones de coronavirus, 628 contagios desde el jueves y de nuevo concentrados en Cataluña y la vecina región de Aragón.

Tras haber sido uno de los países más afectados de Europa por la pandemia, con más de 28.000 muertes, España levantó un estricto régimen de confinamiento el pasado 21 de junio, pero desde entonces han surgido más de 170 focos, lo que ha llevado a las autoridades regionales a imponer una serie de restricciones a nivel local.

Las mascarillas son ya obligatorias en todos los espacios públicos en gran parte del país, incluyendo Cataluña. En algunas comunidades como Madrid, que junto con Cataluña vivió uno de los peores focos de la enfermedad durante el pico de la pandemia, no son obligatorias si la gente puede mantener la distancia preceptiva.

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